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Ana Mª Schlüter, Ki-un-an: maestra zen, voz radiante y puente entre tradiciones

Conocí a Ana Mª Schlüter en 1984, cuando ella venía a Barcelona a dar introducciones al zen. Yo venía de otras prácticas de meditación y mi primer contacto con el zazen lo tuve con ella. Con ella empecé a oír hablar de vacío, de despertar, de koans, todo absolutamente nuevo e incomprensible para mi confusión de aquel momento. Con ella también aprendí a ejercitar la concentración y la atención de manera muy sistemática, y recuerdo mi sorpresa cuando, en la entrevista personal de cada retiro, el dokusan, me instaba a no dar ninguna importancia a las experiencias mentales que la concentración y la atención hacían emerger en mi mente inquieta. 

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Captura de imagen de la videoentrevista a Ana María Schlüter, conducida por Gloria Puig Kowerdowicz y publicada en el canal de YouTube de BDE: https://www.youtube.com/watch?v=U7wpBTn0TJ4&t=67s

Asistí a todos sus retiros en Cataluña durante cinco años. Recuerdo su acompañamiento riguroso, con una combinación de exigencia y dulzura, que me hacía sentir que ella estaba a mi lado en mis primeros pasos torpes en el camino del zen, animándome a mirar exclusivamente hacia adentro, a buscar lo más auténtico y esencial dentro de mí.

Recuerdo especialmente sus teishos, que es como se conocen las sesiones de enseñanza formal que tienen lugar durante los retiros, porque comentaba con vivacidad el sentido oculto de los koans y los relacionaba con distintas manifestaciones culturales como los cuentos infantiles o la mística cristiana u oriental, entre otros.

Estuve aprendiendo de ella durante cinco años, tras los cuales me fui a vivir al extranjero y eso interrumpió mi relación de discípula suya. 

Hace dos años, gracias a una iniciativa de la Fundación Dharma-Gaia, que propuso elaborar una historia del budismo en Cataluña entrevistando a maestros que hayan tenido un rol importante en la presencia y la expansión del budismo en esta parte del mundo, pensé que su testimonio era básico. Ella fue de las primeras personas que visitó Cataluña sistemáticamente para impartir enseñanzas gracias a la invitación de Raimunda Estil·les, una monja católica especialmente abierta, respetuosa y curiosa respecto a distintas formas de espiritualidad. 

Con la intención de entrevistarla, me puse en contacto con Ana Mª Schlüter. Para mi sorpresa, me recordaba tras 35 años. Accedió a la entrevista y la visité en verano de 2024 en Brihuega, en el Zendo Betania, que ella, con la ayuda de sus discípulos, creó en la década de los 80 del siglo pasado. Yo había asistido a la inauguración de ese zendo, oficiada por Enomiya-Lassalle, y pude comprobar la transformación que había experimentado aquel espacio que en aquel momento era yermo y ahora es un jardín. 

Así fue que en julio del 2024 una mañana me encaminé hacia Guadalajara y, en cuanto llegué al Zendo, me invitó a ir a su despacho, donde estuvimos toda la tarde preparando la entrevista que le haría al día siguiente. Aquella tarde el tiempo estuvo en suspenso. No sé si estuvimos 3 horas o 4 o 5. En este tiempo empezaron a surgir recuerdos suyos y míos, nos confiamos mutuamente “disgustos dhármicos”, decepciones dolorosas que ambas habíamos vivido en el ámbito del Dharma. Nos sorprendimos, tanto ella como yo, con las confidencias no previstas, y también comentamos con satisfacción lo que podríamos llamar, por contraposición, “alegrías dhármicas”: conversaciones interesantes que ella recordaba haber tenido con personas conocidas por las dos, sus viajes a Japón y también su visión crítica del machismo imperante en el tiempo que estuvo en Kamakura. El reencuentro fue lo que en budismo se denomina “i shin den shin”, de corazón a corazón. Fueron horas de sintonía profunda que compensaron los años de lejanía.

Esa lejanía fue meramente física, porque yo he tenido siempre a mano sus traducciones y sus escritos en la revista que fundó, “Pasos”, una publicación impregnada de tesoros como traducciones de “teishos” de Yamada Koun Roshi, y pinceladas de sus investigaciones sobre distintos aspectos del zen, como las biografías de maestros zen que fue recopilando a lo largo de su vida y que recogió en dos libros; me consta que en los últimos años estuvo elaborando biografías de maestras zen, que supongo que sus discípulos publicarán próximamente. 

Recuerdo especialmente de Ana Mª Schlüter el entusiasmo con el que abordaba sus estudios y su enseñanza. Es el entusiasmo propio de lo que en zen se denomina la mente del principiante. Cuando explicaba aspectos del budismo difíciles de comprender para la mente occidental, le brillaban los ojos, con complicidad e ilusión, como a una niña que tiene muchas ganas de compartir algo muy importante y muy bueno. 

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Captura de pantalla del video: «Ana María Schlüter. En las fronteras del Zen»

Siempre insistió en que la práctica de la meditación por si sola es insuficiente, que tiene que complementarse con el estudio de lo que enseñaron los maestros que nos han precedido, y su erudición la puso al servicio de los estudiantes y practicantes de zen. Nos ha dejado una obra valiosísima. 

Ana Mª Schlüter se desvivía por ayudar a descubrir cómo despertar a la realidad esencial que nos configura, insistiendo en ir a buscar directamente a la autenticidad en cada uno de nosotros. 

Cuando la visité para entrevistarla, ella, con casi 90 años, seguía fiel en su entrega al servicio del zen, y mi camino durante el tiempo en que no nos habíamos visto había ido madurando. Ahora que siento el vacío de su ausencia, tengo sensaciones encontradas: lamento no haber estado más a su lado y al mismo tiempo me siento muy afortunada de haber recibido el impulso inicial de su mano, con su manera tan directa y sincera de transmitir algo tan único como el budismo zen.

Un profundo agradecimiento por su gran contribución durante toda su vida a la difusión del zen como una vía de liberación y por hacerlo desde el respeto hacia todas las creencias.

Leyendo esta publicación trimestral, iba creciendo mi admiración por sus conocimientos y dedicación, pues allí publicaba sus comentarios sobre distintos aspectos del zen, desde traducciones de teishos (enseñanzas formales) de Yamada Roshi hasta biografías de maestros zen. Estas biografías se recopilan en dos libros, y me consta que estuvo trabajando en la biografía de maestras zen, que, con toda probabilidad, sus discípulos más allegados publicarán próximamente.

Enlaces:

«Entrevista a Ana María Schlüter Rodés, fundadora de Zendo Betania» de Daniel Millet Gil

«Video entrevista a Ana María Schlüter, conducida por Glòria Puig Kowerdowicz»

«Ana María Schlüter. En las fronteras del Zen» de  Beatriz Calvo.

Enlaces:

Zendo Betania

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Glòria Puig Kowerdowicz es expresidenta de la Coordinadora Catalana de Entidades Budistas y miembra de Sakyadhita Spain. Licenciada en Historia del Arte y en Filología por la Universidad de Barcelona. Practica meditación y yoga desde muy joven y, en los últimos años, enseña ambas disciplinas.